Hace algunos días te hablábamos sobre la alfabetización digital y como es una puerta a las oportunidades, ya que estar analfabeta digitalmente es una brecha que genera vulnerabilidad.
No saber meditar y domar a nuestra mente, es claramente un riesgo de estrés tremendo, ya que con los constantes cambios, nuestras emociones dominantes tienden a avivar el miedo. Por este motivo que en EPO queremos que aumentes tus conocimientos para crear el estilo de vida que tu decidas tener y eso es posible si comprendes el tiempo como un espiral de aprendizaje.
En Latinoamérica, previo a la llegada de los españoles, las culturas ancestrales reconocían el tiempo como ciclos de armonía y aprendizaje, celebrando la llegada de cada nuevo sol y por supuesto, celebrando las 13 lunas que contiene un año solar.
Si es una verdad, que las mujeres somos cíclicas como la luna y que pasamos por distintas fases todos los meses, donde fluctuamos entre la energía de la introspección y la energía de la extroversión, que hay momentos en el mes que nos da por el orden y la limpieza, como en otros momentos queremos salir a divertirnos y a socializar. Esto se debe a que los ciclos femeninos son la gran oportunidad de autoconocimiento de quienes somos y qué talentos tenemos para compartir.
El ciclo menstrual femenino es una oportunidad de sanar nuestra relación con la naturaleza, con la gran madre “la tierra”, que es la materialización más cierta de la ciclicidad, es la puerta a nuestro yo femenino.
¡Piénsalo bien! Cuando somos niñas, nuestro día pasa en un eterno presente, pero cuando nos educan en el uso del reloj y el calendario, comenzamos a mirar el tiempo como una línea, de pasado, presente y futuro…. Esta es la gran separación.
Si nos descolonizamos, de la idea de tiempo lineal y volvemos a lo ancestral, el conocimiento del tiempo como un ciclo continúo de aprendizaje, activamos el poder del eterno presente y el estrés disminuye de inmediato, porque nos reconocemos como creadoras del presente.
Así entra en nuestra consciencia, el tiempo como un espiral de aprendizaje continuo, la oportunidad de la muerte y renacimiento con cada nuevo ciclo emocional.
El tiempo solar es de 365 días, donde hay 13 lunas.
El ciclo solar, inicia cuando llega el nuevo sol, es decir, cuando llega el invierno, cuando los días poco a poco, comienzan a ser más largos y la tierra inicia nuevamente su proceso de fecundación.
Cuando miras el cielo y no ves la luna, porque estamos en luna nueva o luna negra, es decir, cuando la luna es absolutamente femenina… en ese momento, la sabia de los árboles y las plantas está en la raíces, y nosotras las mujeres nos ponemos más perceptivas… además si a eso le sumas que tu estés en tu luna roja o menstruación, estas con poderes de intuición activos, porque al conectar con los ciclos naturales, activas una nueva forma de percibir e interpretar tu presente.
Los tiempos de la actividad y el reposo, están codificados en los ciclos lunares, los cuales tienen una sincronicidad con nuestro propio ritmo de fertilidad femenina.
Si nunca habías escuchado de la ciclicidad, queremos darte un conocimiento básico, para que comiences a entrar en ritmo. Sobre este aprendizaje, es importante que lo incorpores siempre, porque vas a tener meses súper conectados pero en otras ocasiones si dejas de practicar y vas a volver a perder el ritmo, así que ten mucha paciencia que es una virtud, vivir en el sagrado presente.
Para comenzar solo te invitamos a identificar en qué tiempo lunar estamos:
Paso 0, entra al sitio oficial de la Nasa y descarga el calendario de eventos astronómicos, donde puedes ver con certeza en qué ciclo lunar estas hoy. (Pincha aquí)
Paso 1: Ya identificada la fase lunar en la que estás hoy, toma unos minutos para preguntarte si la estás viviendo con el flujo de la naturaleza, ¿y si te sientes ajena al ciclo natural, pregunta a tu consciencia porque te sientes separada?
Paso 2: Anota en tu agenda o bitácora tu aprendizaje y recuerda deja registro de que fase lunar es y qué fase uterina estás viviendo (en que fase de tu ciclo menstrual estas)
Paso 3: Agradece a la tierra y a la luna, su poder y su influencia en tu vida, ríndete a tus conocimientos ancestrales para que fluyan en cada momento de tu vida, trayendo paz a tu corazón y alegría a tu consciencia.
La luna Nueva: inicio del ciclo emotivo, tiempo para la introspección, la calma y el descanso. Se recomienda declarar las intenciones de este ciclo, para aprovechar la subida de energía que llega.
Luna Creciente: Momento de entrada de la energía masculina al baile de las conciencias, la energía se mueve hacia afuera, apertura para nuevos inicios, tiempo de acción cocreadora. Se recomienda tomar foco en lo que quieres materializar.
Luna Llena: Momento de celebración, tiempo para el encuentro social, la energía masculina “sol” está reflejado por la luna. Se recomienda completar procesos de acción física o mental para agradecer.
Luna Menguante: Momento de la retirada de la energía masculina, tiempo de limpieza, tiempo de introspección, de lo aprendido en el ciclo que se termina, para crear sabiduría. Se recomienda revisar los espacios físicos y mentales, para sacar lo que ya cumplió su ciclo y ordenar el hogar.
Te agradecemos, compartir con nosotras tus experiencias y aprendizajes, al poner en práctica estos conocimientos ancestrales, para seguir compartiendo contigo más material de tu interés.
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